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NUEVO JEFE DE ONPE GESTIONABA OBRA DE ODEBRECHT DURANTE TOLEDISMO
Manuel Cox, reemplazo de Adolfo Castillo, dirigió Sedapal cuando empresa brasilera iba a contaminar playas. Era allegado de Carlos Bruce, pero reclamo de vecinos obligó a retroceder

En lo que pareciera ser una salida temporal a la suspensión de Adolfo Castillo -bajo cuya gestión la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) habría beneficiado irregularmente al partido Podemos Perú-, hoy se designó como gerente general a Manuel Cox Ganoza, hombre cercano a Carlos Bruce, y que protagonizó una polémica por Odebrecht.
Esto se dio entre los años 2005 y 2006, cuando pasó de gerente de Logística y Servicios de Sedapal, a gerente general de esta dependencia del Ministerio de Vivienda, encabezado por Carlos Bruce.
“Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Taboada (PTAR Taboada)” se llamaba el proyecto aprobado por Proinversión -los mismos que dieron visto bueno a la Interoceánica Sur-, el cual llamó la atención del entonces congresista chalaco Luis Negreiros, así como por vecinos del primer puerto.
Fiscalía había hallado indicios de irregularidades
Entonces estaban de presidente y de ministro de Economía Alejandro Toledo y Fernando Zavala -quienes también habían gestionado la referida carretera– respectivamente. Como la obra no tenía estudio técnico para asegurar la limpieza de los desechos que se iban a arrojar en el mar del Callao y de Lima, el Ministerio Público entró a tallar.
Tanto Cox como el “Consorcio Colectores del Callao-Odebrecht”, fueron citados en ese entonces por el fiscal provincial de Prevención del Delito, José Loza Zea. La Comisión Regional de Recursos Naturales y Gestión del Medio Ambiente, presidida por la consejera Martha Bernuy, canalizó estas denuncias.
Ante ello, el 21 de mayo del 2006 Toledo firma la Resolución Suprema 024-2006-EF, cambiando el nombre del proyecto a “Tratamiento y Disposición de Aguas Residuales de Lima y Callao”.
Gerente general Roa designó a Cox como gerente general
Solo así se consiguió que el fiscal Loza archive el caso, en vista de que el consorcio donde intervenían los brasileros no llegó a poner en funcionamiento su planta. A fines de ese año -ya con el gobierno de Alan García- se reformuló la obra como “Taboada”.